Ese pueblo que tanta gente añora,
que es un trozo
de sí que lleva en mente,
que quizás lo
dejó penosamente,
forzado por la
vida, en mala hora.
Ese pueblo que para mí atesora
mil detalles
que le hacen diferente,
y del que hay
algo que es muy evidente:
que todo el que
a él llega se enamora.
Ese pueblo que da la bienvenida
y acoge con
agrado y simpatía
a esa persona
extraña o conocida,
en prueba de
amistad y sintonía;
ese eres tú,
patria chica querida:
Siles en fín;
nobleza e hidalguía.
No hay comentarios:
Publicar un comentario