(Romance)
Llegan los claros del día,
el
día ya está asomando,
la
nívea luna de plata
se
esconde tras claro manto;
allá
por el horizonte,
contra
las nubes luchando,
pujantes
rayos de sol
intentan
abrirse paso.
Los nidos de los polluelos
amanecieron
piando;
los
insectos cobran vida
con
su caminar cansado;
ardillas
en La Glorieta
bajan
confiadas del árbol,
dejándose
contemplar
ajenas
a los humanos.
Los
pájaros con sus trinos,
dulce
musical regalo,
la
tierra bañan de sones
sumergiéndola
en su canto.
Pintadas por los pinceles
de
pintor aventajado,
radiantes
están las flores
vistiendo
hermosos los campos;
enjoyadas
de rocío
cual
bellas perlas temblando,
envuelven
con su fragancia,
con
su aroma delicado.
La villa, calles desiertas
en
el nocturno letargo,
empieza
a bullir de nuevo
luego
de haber despertado.
Pronto
se anima y se nota
la
actividad, el trabajo,
lo
laborioso de un pueblo,
el
alma de sus paisanos.
Todo esto que os he descrito
son
solo leves retazos
de
lo peculiar de un pueblo;
de
este mi pueblo serrano.
Genito.
¡Qué maravilla!
ResponderEliminar¡Temprano te sientas en el ordenador! Me satisface que te guste. Gracias amigo.
ResponderEliminarAcabo de darme cuenta de que el reloj de mi bloc, lleva ocho horas de retraso. ¡Pues ..., no sé arreglarlo! De modo que tendrá que seguir así.
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