Rosalía de Castro,
soñadora,
envidiaba la fuente del sendero,
aquellas de los campos bellas plantas
a la orilla del Sar, y aquel silencio
que en las de su tierra bellas tardes
acompañaba sus gratos paseos.
Su dolorosa sensibilidad
contemplando su paisaje gallego;
su alma tantas veces sola y triste,
cargada de extraños presentimientos;
la expresión bella de su particular,
atinado y crítico pensamiento;
su lucha por los avances sociales,
su notable feminismo pionero …,
plasmados sabiamente en sus escritos,
marconos con imborrable recuerdo.
Genito.
Os ofrezco hoy un poema en recuerdo de la preclara Rosalía
de Castro, que tanto enriqueció las letras españolas, en las
lenguas castellana y gallega.
(Versos endecásilabos, con rima asonante e-o, en los pares).
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