A Juan, mi amigo el impresor.
(Que se vio aquejado de grave
enfermedad, contra la que, con
tesón, está luchando
con éxito).
(Soneto)
Trabajador constante y halagüeño,
siempre con tinta y tipos a su lado,
persona amable, noble y con agrado;
así es mi amigo Juan, el extremeño.
La fiera que dormía profundo sueño,
de su largo letargo ha despertado;
el ente, cauteloso en sumo grado,
observa alerta con tesón y empeño.
En eficaz y permanente lucha,
quiero verte ocupado, caro amigo,
es un reto que tienes en tu vida,
que lograrás porque tu fuerza es mucha.
En la distancia me tendrás contigo:
Avistaremos nueva amanecida.
Genito
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