Los ardientes del
sol rubicundos rayos,
entre blancas nubes abriéndose paso,
alumbran tu cara, entornan tus ojos
y muestrna un retrato que enamora.
Tiziano en persona
hubiera porfiado
todo ilusionado, por
modelo tal;
Murillo, sin duda, pintaría una Virgen,
todo sentimiento, todo corazón.
Desde mi ventana,
cual clara pantalla
que el mundo me muestra,
miro ensimismado tu sin par belleza;
y el alma que vive de esas sensaciones,
de gozo se llena,
rebosa de paz.
Genito
25
Junio 2016.
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