Vino al mundo
sin consultarle nadie, un día que,
azares del destino,
cruenta lucha vivían sus hermanos.
De aquellos años de
la España triste,
de aquel ambiente que le acompañó,
no supo nada en muy largo tiempo;
y cuando el mundo
mostrole la reyerta,
la palabra habló a su conveniencia,
y dijo su verdad particular.
Entre aquellas
verdades
de unos y otros,
meditó y se modeló la suya.
Verdad que fue el camino de su vida,
la actitud que no le abandonó.La memoria histórica ha servido para crear este poema, que nos trae al protagonista nacido en los luctuosos años vividos por España, durante la guerra civil, y utiliza los signos –la palabra y más aún la verdad-, para describir que, tras conocer las opiniones de unos y otros, se formó su propio criterio, que influyó en la forja del carácter que le acompaña a lo largo de su vida.
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