lunes, 30 de diciembre de 2013

ROMANCE DE LOS ACEITUNEROS (Poesía)

     Hace unos días publiqué una poesía relativa a la recolección de la aceituna. Continúa con gran animación una campaña que por la abundante cosecha, promete ser larga.
     Aquella poesía la he cambiado casi completamente y hoy os la ofrezco. Las voy a conservar las dos, aunque esta me gusta más.

     

   Cruda mañana de sol,

se congelan las palabras,   

un ajetreo que es vida

inunda calles y plazas.

 

   Salen los  aceituneros,

héroes fornidos, de casta,

manos curtidas de vientos,

mil pesares a la espalda.

 

   La tarde  del día anterior,

-quijotes con arrogancia-,

se prepararon al duelo

cual si velaran sus armas;

y ahora en el amanecer,

insensibles a la escarcha,

surcan caminos helados,

blancos de la  madrugada.

 

   Al llegar al olivar,

mar de troncos, mar de ramas,

como valientes soldados

el armamento preparan,

listos para la pelea

que enseguida les aguarda,

contra gigantes preñados

de aceitunas y esperanzas.

 

… Y se entabla la batalla

sin ferocidad, sin saña;

en el fragor de la lucha,

del árbol su sangre mana,

sangre de color morado

que luego será dorada;

paradojas de una guerra

tan real y tan extraña.

 
 
   Cuando se apaga la tarde

el campo se queda en calma,

los bravos aceituneros

vuelven al tajo la espalda,

en los olivos se escuchan

grillos herreros que cantan;

y mientras, la luna llena

cual una novia, sin mancha,

llena la noche de luz

con sus destellos de plata.           
 
                                   
                                                   Genito.
 

 

                                   

 

 

 

 

 

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