martes, 17 de septiembre de 2013

EN LA FERIA DE ALBACETE (Relato)


 

                He estado pasando unos días en Albacete,  con motivo de la anual  feria de Septiembre, en honor de su Patrona, la Virgen de los Llanos.

                En mis visitas a su magnífico recinto ferial, he podido darme cuenta de  lo bien organizado que estaba todo, cosa que de no ser así produciría un enorme caos, dada la gran cantidad de personas que acuden y que se aglomera en cualquiera de los puestos, chiringuitos, casetas, espectáculos, atracciones etc. que se montan  allí.

                Como siempre desde hace ya varios años, he visto muchas  personas de raza negra, vendiendo artículos muy diversos, cargados con ellos y ofreciéndolos por las terrazas de bares y restaurantes, o con sus mantas extendidas alrededor del recinto, donde encontraban un sitio libre, y siempre ojo avizor para recoger y salir corriendo, al menor atisbo de la policía municipal. Por cierto, que este año he visto mas mujeres morenas que nunca, guapas ellas, y en algunos casos con niños pequeños a la espalda, recogidos con una gran tela de vivos colores, que graciosa y muy eficazmente, rodeaba el cuerpo de ambos. De esa guisa se movían atendiendo su puesto.

                Buscando un reloj me paré en uno de esos puestos. Había encontrado el que buscaba, después de hacerlo insistentemente, y me encontraba con dos de ellos en las manos, observándolos, cuando alguien dio la voz de que venía la policía. Oirlo y desaparecer el puesto de mi vista, fue todo una misma cosa, lo que  dio lugar a que me quedara con la mercancía, sin posibilidad de devolverla.

                Acompañado de mi mujer y amigos seguí disfrutando de la feria durante unas horas. Cuando ya nos disponíamos a irnos, sin haber logrado ver al negrito, nos lo encontramos, apresurándome a acercarme  a él para pagarle un reloj y devolverle el otro.

                La cara de satisfacción que le vi, y sus muestras de agradecimiento corroborado con el apretón de manos que nos dimos, no se me olvidarán fácilmente.

                                                                                ***

                Aquí  os dejo por hoy, amigos. Hasta el próximo día que se os ocurra entrar en mi blog.

                                                                                             Genito.

 

                                                                                                                            

 

2 comentarios:

  1. Hermosa historia, Genito. Ser tan honrado y buena persona como tú, da esas satisfacciones.

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  2. Gracias por el buen concepto que tienes de mí, amigo. Por otra parte, eso debería ser lo normal en nuestras relaciones con los demás.

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