En estos de mi vida postreros días,
de esta vida que dura cuatro días,
desfila por la mente mi pasado
y no del todo quedo satisfecho:
Más pude hacer en pro de los demás,
con los cuales comparto este camino,
con los que tal vez solo me cruzo, y con los que
en proyectos, sueños e iniciativas me entrelazo.
Dios me llama de forma personal
a vivir asumiendo compromisos,
con los íntimos que viven a mi lado,
y a dejarme tocar por lo real
de los débiles y necesitados.
¿Quién no estuviera atado
por las circunstancias de su vida y entorno,
para desplegar libre y valientemente
todo aquello que el corazón le dicte?
Genito.
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