Es Nochebuena; ¡hace
mucho frío!
Los fieles acuden a la iglesia
a celebrar la Misa del Gallo:
allí sigue haciendo frío.
Canta el coro
villancicos,
nanas a Jesús que, refugiado,
llegó de Nazaret
a nacer en un pesebre de Belén.
¡El también pasó frío!
En lo más hondo de
mi ser
siento aquel frío de Jesús,
el frío de miles de niños refugiados
que, como El,
tampoco han encontrado calor,
y malviven en inhóspitos campamentos.
Pienso que el mundo
no tiene entrañas,
e imploro a Jesús el milagro
de ablandar los corazones.
Genito