En transición del verde al amarillo,
en este otoño recién estrenado,
viven los campos de mi dulce tierra,
de mi solar amado.
El de
su amanecer bello escenario,
que pinta el sol con pinceles de luz,
y los mil tonos rosa, anaranjado,
que viste el cielo en el atardecer,
llenan de vida el alma
la colman de placer.
Pausadamente
gusto pasear
cuando hacerlo me dejan los quehaceres;
sobremanera llaman mi atención
las de olivos rectilíneas filas
que a lo lejos se hermanan con el cielo,
plateados de noche por la luna:
sus retorcidos centenarios troncos,
de sus ramas enhiestos pedestales,
altaneros presumen
preñados gratamente de aceituna,
manantial de ese líquido dorado …,
manantial de riqueza y bendición.
Genito
No hay comentarios:
Publicar un comentario