Un político de altura
que necesitaba apoyos,
creyó ver muchos escollos
y decidió con premura
no aceptar la investidura.
Otro que estaba a
siniestra
dijo “la ocasión es
nuestra”,
y apoyado en sus varones
inició conversaciones,
lanzándose a la palestra.
A todo esto, otro
señor
que mandar está deseando,
lleva unos días peleando
y dejándose el sudor,
para lograr el honor
de integrarse en la reunión.
Pero no es fácil cuestión
y el final no se barrunta;
mas bien casi todo apunta
a una nueva votación.
Genito.
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