(Romancillo)
En Siles, mi pueblo
serrano y afable,
ha llegado Julio,
y al nacer la tarde,
se masca el silencio
que envuelve la calle,
que calla, que duerme,
que inflama y que arde;
se cuecen las piedras,
se hierve la sangre,
el mundo aturdido
parece pararse.
En Siles, mi pueblo
serrano y afable,
ha llegado Julio,
y al nacer la tarde,
se masca el silencio
que envuelve la calle,
que calla, que duerme,
que inflama y que arde;
se cuecen las piedras,
se hierve la sangre,
el mundo aturdido
parece pararse.
Esta calurosa
inquietante imagen,
como del infierno
descrito por Dante,
cambia de figura
cuando el día parte:
Una suave brisa
cual soplo de un ángel,
nos deja el ambiente,
grato y agradable;
gozo para el alma,
gozo incomparable.
Así es esta tierra
tierra de contrastes;
sus atardeceres,
rincones, paisajes,
los días de calma,
sus noches brillantes:
La luz de un Monet,
de un arte inefable.
Genito.
UY,qué me dan ganas de irme para Siles........
ResponderEliminarY y yo
ResponderEliminarCon el viejo amigo poeta a desayunar en la churrería
ResponderEliminar