SILES Y SU GENTE (23). (SILES, MI PUEBLO)

Arriba: La mujer de "Bolas", en la puerta de su casa.

Abajo: El padre de Julianillo, en el patio de la suya. 

(Por cierto, este era cuñado de aquella).

GRACIAS (POESÍA)

     (Silva arromanzada)

 

   Se despereza el día,

dulces pájaros cantan,

el astro sol se intuye.

   Despertando, mi alma

-que vive colmada de afanes mil-,

agradeciendo empieza la mañana;

retoma los quehaceres,

 decidida se los echa a la espalda.

(En bien pocos momentos

 no serán su compaña.)

   Al final de las horas,

a la caída de la tarde ansiada,

aparcaré expedientes,

tal vez cansado volveré a mi casa,

compartiré  desvelos,

conviviré  esperanzas …

Cuando todo se apague,

es  seguro que …  volveré a dar gracias.

 

                                                             Genito

MIS FOTOS (EL YELMO).

Hoy os ofrezco dos fotografías de El Yelmo, desde                                                                 
dos puntos de vista diferentes, de Segura.                                                          

MI BÚSQUEDA (POESÍA)

                  (Soneto)

   En el de mi vivir largo camino,
en mi lucha sin tregua, cotidiana,
la luz del despertar, cada mañana
me anima a continuar con mi destino.

   En este caminar de peregrino,
una constante de mi vida emana:
La búsqueda de Dios. Mi fe cristiana,
sin darse tregua busca lo divino.

   ¿Cuándo, Señor, te harás en mí presente?
¿Cuándo querrás mostrarme una señal?
En mi buscar, mi fe se tambalea;

fantasmas miles fluyen en mi mente,
que me acosan en lucha desigual.
¡No me dejes, oh Dios, en mi tarea!

                                               Genito

MIS FOTOS

Arriba: Magnífico pino, en Rio Madera.
Abajo: Contraluz desde La Fresnedilla, con Siles y la Peña del Cambrón, al fondo.

EN SILES MI PUEBLO (POESÍA)

     (Romancillo)

   En Siles, mi pueblo
serrano y afable,
ha llegado Julio,
y al nacer la tarde,
se masca el silencio
que envuelve la calle,
que calla, que duerme,
que inflama y que arde;
se cuecen las piedras,
se hierve la sangre,
el mundo aturdido
parece pararse.

   Esta calurosa
inquietante imagen,
como del infierno
descrito por Dante,
cambia de figura
cuando el día parte:
Una suave brisa
cual soplo de un ángel,
nos deja el ambiente,
grato y agradable;
gozo para el alma,
gozo incomparable.


   Así es esta tierra
tierra de contrastes;
sus atardeceres,
rincones, paisajes,
los días de calma,
sus noches brillantes:
La luz de un Monet,
de un arte inefable.

                     Genito.