jueves, 1 de mayo de 2014

TEMPESTAD (POESÍA)


Negros nubarrones

trocaron el día en noche cerrada;

raíces de fuego, serpientes de luz,

el cielo encendían;

tronaba la tierra –fragor infernal-,

temblaba mi alma.

 

Las fuentes del cielo manaron copiosas;

y luego …  la calma.

 

Con miedo primero y mandando luego,

se abrió paso el sol, dorado, radiante;

 

las gotas de agua

que, sobre las flores,  cual frágiles perlas

belleza les daban,

brillaron heridas por los claros rayos;

 

el débil insecto

que quedó parado debajo de un lirio,

mientras diluviaba,

comenzó a moverse con aquel raudal.

 

A todo dio vida el magno torrente

de luz y energía bello y singular.

 

A veces mi vida vive tempestades

sumida en las sombras,

que me hacen sufrir;

son momentos tristes que yo no controlo,

cual los elementos de un entorno hostil.

 

Dios es mi refugio, El me da la paz.

El Sol que me alumbra;

la Luz serena de cada amanecer.

 

                                                                                              Genito

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