Azabache era su
pelo,
en contraste con su cara,
cara radiante, preciosa,
cara que al sol deslumbraba;
espejo de su familia,
"los herreros de La Caba".
Pero aquella
admiración
por obsesiva pesaba:
espejo, cárcel de acero
donde vivía encerrada.
Un gitano de gran
porte,
jinete en su jaca blanca,
le tiró tejos un día,
le dijo que le gustaba
y comenzó la tragedia
de un amor sin esperanza,
que maduró en mil rincones
de las noches de Granada.
Egoismo
ennegrecido,
forjado en candente fragua,
les persiguió sin descanso
ávido de infausta hazaña.
La luna, que nos
diría
cuanto los mozos se amaban,
impotente contempló
sobrecogida, asombrada,
serpenteando velozmente
el brillo de una navaja,
que atravesó el corazón
del gitano de la jaca.
Cuenta la gente del
barrio
que una triste madrugada,
lívida, en charco de sangre
hallaron a la gitana.
La luna, muy
dolorida,
derramó cuantiosas lágrimas.
Genito
7
de Noviembre de 2016.
Romance, emulando a Federico García Lorca, en su Romancero Gitano. El
tema es una tragedia de egoísmo y muerte. Como figuras retóricas encontramos metáforas,
anadiplosis, encabalgamientos, personificaciones o prosopopeyas, etc.