(Soneto)
Larga iba a ser aquella enfermedad
y más largo quizás, cada día era;
preso de tedio, buscaba la manera
de enriquecer mi tiempo en soledad,
cuando un rayo de luz, de libertad,
llegó en forma de bella compañera,
que mi vida cambió ¡y de qué manera!
¿Elegimos la misma enfermedad?
En el de aquel jardín bello escenario,
departiendo pasábamos el día,
día deseado, corto y agradable.
Hoy, tal vez el sesenta aniversario,
un rasgo hay que perdura todavía:
nuestra amistad profunda y entrañable.
Genito
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