En Siles mi pueblo, amable y querido,
rincón de la sïerra, Edén de
hermosura,
cuando aflora el día tras la noche oscura,
renace el bullicio que estuvo
dormido,
los pájaros vuelan dejando su
nido,
y de rama en rama, gorjean
dichosos
una filigrana de trinos
preciosos,
gozo para el alma, placer del oído.
Tus bastas praderas de vivos colores,
en un mar bañadas con
exuberancia
de gratos aromas, de intensa
fragancia,
de pino, romero, espliego …,
de flores;
esa bella flora que emite
fulgores,
amén de violetas, de acebo,
de tejo,
y cientos variadas que como en espejo,
tanto se prodigan rindiéndote
honores.
Por donde te muevas de tu campo en flor
hallas manantiales de agua
cristalina,
-tal es Canalica o Fuente Sabina-,
donde es refrescarse tan reparador;
agua que es riqueza, vida y
esplendor,
se mueve sin prisa o saltando
con bríos,
baña tus riberas, ensalza tus
ríos;
todo es abundancïa a su
derredor.
De admirar la fauna que pisa tu manto;
te dan distinción, magnitud,
grandeza,
solaz, alegría, colorido, encanto
los cientos de especies que
entre la maleza
viven y enriquecen tu
naturaleza.
Singular la ardilla, propia,
segureña
-allá en la Glorïeta es ella sileña-.
¡Qué rico es tu entorno,
cuanta tu belleza!
En tu densa sierra se encuentran muflones,
las monteses cabras,
jabalíes, ciervos,
gamos, zorros , búhos,
alimoches, cuervos,
garduñas, ginetas, águilas,
tejones,
jilgueros, alondras, zuritas,
gorriones …,
y la de Valverde bella
lagartija,
un raro endemismo que aquí se
cobija,
por reunir tu ambiente
idóneas condiciones.
¿Y cómo dejarse los mares de olivos
que son la riqueza de esta
tierra mía?
Presumen de fruto, se
muestran altivos
aunque ya preñados rinden
pleitesía
por el zumo de oro que Dios les envía.
Infinitas filas en el
horizonte
allá por el cielo se hermanan
al monte.
En plena cosecha son una alegría.
Todo cuanto eres con colmo me llena;
es, querido Siles, tu
naturaleza
junto con tu gente, canto a
la grandeza.
Tu cielo estrellado
–bellísima escena-,
cuando nada enturbia tu noche
serena,
invita al descanso y al
recogimiento;
mi mente se embarga en tan grato momento,
saboreando instantes de
ventura plena.
Delicado sueño que es encantador.
En esos momentos que, en el
alma mía
lo real se mezcla con la
fantasía,
tus dones se muestran con
gran esplendor;
todo es poesïa a tu alrededor.
Por tanta belleza, por ser mi ilusión,
por ser como eres tan
acogedor,
yo te llevo, Siles, en el
corazón.
Genito.
(La copla u octava, es una poesía de arte mayor –versos de 12 sílabas-, con estrofas de ocho versos cuya rima, siempre consonante, puede ser ABBAACCA, ABABBCCDB ó ABBAACAC, siendo la primera la más usada).
(La copla u octava, es una poesía de arte mayor –versos de 12 sílabas-, con estrofas de ocho versos cuya rima, siempre consonante, puede ser ABBAACCA, ABABBCCDB ó ABBAACAC, siendo la primera la más usada).